facía frío. mandáronme falar co rapaz, que tiña os ollos máis tristes do mundo. lembrábame moitísimo ao outro, o daquel filme de david trueba. os ollos tristes e unha serenidade inmensa, que daba medo."Hoy me es igual
Traedme una hora que vivir
Traedme un amor pescado por la oreja
Y echadlo a morir aquí ante mis ojos
Que yo caiga por el mundo a toda máquina
Que yo corra por el universo a toda estrella
Que me hunda o me eleve
Lanzado sin piedad entre planetas y catástrofes"
Traedme una hora que vivir
Traedme un amor pescado por la oreja
Y echadlo a morir aquí ante mis ojos
Que yo caiga por el mundo a toda máquina
Que yo corra por el universo a toda estrella
Que me hunda o me eleve
Lanzado sin piedad entre planetas y catástrofes"
e non se me pode sacar da cabeza





